Demo – Gálagos: Un disco perdido en el tiempo sobre un «nice-guy»

Demo de Gálagos es algo que me apareció en YouTube por el poder del algoritmo. No hay información disponible del álbum ni de su autor. Apareció no desde el canal oficial de la banda sino desde un canal que tienen 8 álbumes subidos, uno de ellos es el «5 Canciones Para Un Futuro Brillante» de Los Godinez (banda de Laguna Larga). En la descripción del video Full álbum de Gálagos dice: «Gálagos es el proyecto musical de Nicolás Blanco (no encontré sus redes sociales), en 2020 editó su primer álbum».

Texto por Santiago Mansilla

Demo cumplió 20 años antes de salir

En septiembre de 2020 Gálagos subió su primer (y único) disco a Bandcamp. Cinco canciones sobre el desamor y la ilusión. Realizado por Nicolas Blanco, «Demo» cumplió 20 años al momento de haber salido. Sus letras, según como quieran ser leídas, no envejecieron del todo bien. Pueden ser leídas como el intento tierno y tímido de alguien en búsqueda de amor o como alguien desesperado que no encuentra la forma de expresarlo. No existe prácticamente ningún registro de la banda por fuera de este material. En YouTube las visitas del canal oficial y del canal «d e l a z a m b a» (canal por el que me llegó) apenas superan las 200 visualizaciones. El disco titulado «Demo» tiene una particularidad que no es propia, de hecho podríamos hablar de la gran mayoría de música existente en estos términos.

Canal oficial de Gálagos

«Demo» es da un motivo para hablar de esos discos que «no llegan». El disco se presenta en Bandcamp «Postergado desde el 2000. Grabado en 2018. Publicado en 2020». Su sonido es actual. Al no tener un registro sobre como sonaban estas canciones en el 2000, no podemos asegurar que no haya un cambio entre se gestación dosmilera y su publicaciones dosmilveintera. Tienen ese indie-punk que se profundizó en 2020.

El protagonista, el perfecto nice-guy

El Nice-guy es un arquetipo de cultura popular. Se traduce como «buen tipo» y es alguien que nunca tendrá malas intenciones. A su vez, el nice-guy puede torcerse, alguien que cree merecer la suerte y el amor por ser buen tipo. Esto hace que su conducta torne en algo victimista y manipulador. Nicolas Blanco es un misterio, solo conocemos su nombre y que pasó tiempo desde que escribió estas canciones. Pero si suena a lo que escribiría un adolescente, en el mejor y el peor de los sentidos. Un sentimiento honesto de enamoramiento y timidez contrastada por la incapacidad de expresarse de una manera correcta, siempre es la victima incluso cuando no lo es.

En las primeras cuatro canciones hay actitudes que están en una adolescencia mal o todavía no resuelta, pubertad incluso. Pedidos de segundas oportunidades, reclamos de atención y «Marla», la segunda canción. En este momento es cuando se mezcla la adolescencia y el infantilismo. La letra de la canción suena a pasar por el frente de la casa de quien le gusta para ver si llama su atención. Insiste tanto en «juro que no sabía que venías» que inevitablemente hace pensar que sí sabía.

El momento definitivo de esta actitud es «Llamame Igual». Vamos a darle el beneficio de la duda al escritor. Puede que si exista alguien así de mala pero no ver la otra parte de a historia hace que uno pueda dudar. «Aunque me hiciste mal y te da vergüenza hablarme, llamame igual» dice el estribillo. Un desesperado intento de querer algo con alguien y no tener la capacidad de decirlo. Peor aún, no ser el responsable de ningún acto. No solo está mal sino que es el deber de los otros entenderlo. Adolescencia no o mal resuelta.

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Solo en Ruido logra un poco de redención ante esta conducta, un poco. En la primera estrofa dice «todos mis trucos son para hablarte a vos». Los asume como truco, un primer paso para pensar en corregir las actitudes. En su búsqueda amorosa encontró una forma que no es ni victimista, no pide una segunda oportunidad. Es explicito, «¿no te das cuenta que me muero por vos?» dice mientras habla de como la música, la que hace y la que le muestra fue dedicada. Se rompe en honestidad después de cuatro canciones en las que no encontró en ningún momento llegó a expresar debidamente.

Lo primero que sorprende del álbum es su sonido. Independientemente de su técnica de grabación, que llegó mucho después, la musicalidad suena actual. No suena a algo de los 2000, puede ser algo adelantado a su época. También está la vía B. El sonido que se presentaba a finales de los 2010 hizo que al momento de la grabación se replatease el demo para amoldarse. Mientras no podamos encontrar a Nicolas Blanco o a un testigo de su música en vivo, nos quedará la duda. El disco tiene apenas 20 minutos, denle una oportunidad y no sean como el protagonista.