Hechizo Animal y Flaneur unidos en Raros Peinados Nuevos

El jueves 14 se presentaron Hechizo Animal y Flaneur, bajo el ciclo Raros Peinados Nuevos, producido por Épica. Texturas sonoras, luces que acompañaban los ritmos y el descubrimiento de una banda que promete en la escena cordobesa marcaron la noche.

Texto y fotos: Luana illuminati

Un concepto bien pensado, dos hechos que lxs unen: el lanzamiento del primer disco. Tanto Hechizo Animal como Flaneur trabajaron previamente con la idea de “encontrar el disco de cada une”, y en Chilli continuaron ese juego a través de un vinilo partido en dos.

Ese “falso disco” se apropió del escenario: tenía escritos los nombres de ambas bandas y la fecha (14/08), con una mitad en cada lado. Antes de que el show arrancase, el indicio ya estaba claro: todo estaba absolutamente pensado. Y se notó, de principio a fin.

El ambiente cálido, las plantas bien verdes, un televisor cuadrado y pequeño, y una mesita que captaba la atención enseguida: sobre ella, un teléfono fijo, de esos que hoy solo vemos en las casas de nuestros abuelos o en series de los 2000. Cada detalle formaba parte de una idea ejecutada con precisión, y lxs mismxs músicxs supieron estar a tono, combinadxs entre sí para no contrastar visualmente.

Flaneur dio inicio a la fecha mostrándose tímidamente, aunque dejando claro que, tras pasear sin rumbo, su objetivo estaba definido. El cuarteto comenzó a trabajar en conjunto en 2021, logrando continuidad en los ensayos; antes, simplemente se juntaban a tocar como grupo de amigxs.

El camino de Flaneur

Pero antes de tocar, callejearon por Córdoba. Así nació Flaneur, con un concepto que los atraviesa: el término flâneur proviene del francés y significa, literalmente, vagar por las calles sin un rumbo fijo. Dejando atrás la vergüenza y el temor, sucedió el ensayo que tanto habían buscado, uno 100% musical, y desde ahí no dejaron de ensayar.

“En 2023 salimos de las sombras para tocar por primera vez; ahí podemos decir que empezó oficialmente”, cuenta Yoel Viotto, tecladista y una de las voces de la banda, a Isos. En julio de 2025 se presentaron en Casa Espora junto a otros proyectos cordobeses, en una fecha producida por Aparece.

Definen su género como rock psicodélico, abierto a cualquier rotura dentro del medio. Con sonidos ultra definidos en teclas, batería, bajo y guitarra, la experimentación sonora va in crescendo. Durante más de 40 minutos dejaron en evidencia que hoy buscan tocar y expandirse musicalmente, que la vergüenza ya no los detiene.

Esperan, para diciembre, poder sacar su primer disco, en el que vienen trabajando hace tiempo y para el que tienen todas las expectativas. Y un público que lo espera con ansias.

Con looks en composé, predominando camisas blancas con flores de diferentes tamaños bordadas y pintadas, Flaneur convirtió el escenario en un pequeño bosque sonoro. Y allí, con un Chilli ya caliente y manija por el final del set, llegó Hechizo Animal.

Hechizo Animal y su puesta en escena

La banda, consolidada en 2022, sorprendió nuevamente con su curiosidad, experimentación y mezcla de géneros. Tan distintivos en lo musical como en lo performativo.

Vestidxs en tonos marrones y verdes, entre las plantas de la decoración, se movieron como dentro de un bosque musical, presentando su EP En Vela, también audiovisual. Invitadxs del mismo participaron: Álvaro Guzmán en flauta traversa para Maqueta, y Paz Aravena en guitarra para Mañana Muda.

La hipnosis fue tal que, en un momento de la noche, cuando el calor sobre el escenario se hizo más intenso y Marina –cantante– casi se descompensa, todo parecía parte de la performance. Hechizo Animal no existe sin lo teatral, y ahí reside su magia.

Van más allá de lo musical y de la experimentación: se adelantan un paso para ofrecer un show completo, donde la atención no solo está en lo que suena, sino también en lo que se ve. Es intrigante pensar cómo sonará su primer disco y si lo audiovisual también formará parte.

El teléfono viejo sobre la mesita fue utilizado durante la presentación. Como recalqué al principio, todo estuvo cuidadosamente pensado: de todo se puede hacer performance, todo se puede exagerar y volver aún más magnético, con bailes, gritos y sonidos aturdidos.

El calor de Chilli contrastó con la noche fría de invierno afuera. Pero ambas bandas dejaron algo claro: los discos tienen que salir este año. Por el bien colectivo. No solo por ellxs mismxs, sino como un gesto de resistencia frente a la fragmentación y la hiperindividualidad que nos atraviesa hoy. La música, la escena, el encuentro en vivo: todo se vuelve un espacio donde lo colectivo puede brillar, donde crear y compartir supera cualquier impulso de aislamiento.