Música y religión (desde 2020 para acá)
¿Notaste que últimamente hay mucha temática religiosa en las canciones? Nota con “El Rap”, Candelabro con su nuevo disco que en su portada podemos ver un cordero con corona de espinas. Hablando de corderos, esta semana salió el nuevo disco de The Last Dinner Party que su primera canción se llama “Agnus Dei” (cordero de dios en latín). De la última tampoco es que sea un secreto, quiero decir, la banda se llama La Última Cena.
La religión tiene elementos de orden social, los pecados y los mandamientos no son otra cosa que relaciones de comportamiento. Según Durkheim (nunca creí usar esa lectura de la FCC), uno de los fundadores de la sociología, la religión es un “mecanismo que une a las personas a través de creencias y valores compartidos”. Se comparten valores pero también simbología y prácticas. Viendo la religión como mitología, son las historias que una sociedad crea (y se crea) para mantener cierta cohesión entre sus habitantes.
Hace unos años estaba el slogan de “la única que ilumina es la que arde” y el 2025 trajo, al menos que yo registre, dos discos temáticos de iglesia. En medio hubo una pandemia (o plaga en términos religiosos) y el viejo mundo decidió ver para atrás y decir “¿puede ser que estemos en uno de los periodos más pacíficos de la historia?”. Acto seguido terminó con esa anomalía. Hay una constante idea de que el mundo llegó a un punto final inevitable y he tenido en mi preadolescencia las horas de Facebook necesarias para encontrarme con las imágenes de baja calidad que dicen «todos son ateos hasta que se empieza a caer el avión». Por decirlo de otro modo, en momentos de crisis es común aferrarse a las fes.
El disco “Tensión de Siglo” de Rosa Profunda se llama así por la combinación de eventos vividos desde el año 2020 para acá. Lo presentaron como un disco que hablaba de un “mundo ya roto”. Sin embargo una de las canciones se llama “Aleluya” que significa literalmente: Alabad a Yahvé (nombre de Dios en el Antiguo testamento). Tampoco me quiero poner etimológico pero la idea de este agradecimiento divino que después de la pandemia/aislamiento dice “por volvernos a encontrar” puede dar una idea de dónde viene.
Tengo una playlist de dos canciones: “canciones con la tristeza de un mundo que se presume caído y usa un término relacionado a la religión. Que además hayan salido en la década del 2020 e interpretadas por bandas de la provincia de Córdoba”. Una es «Aleluya» y la otra es “Un Minuto en Silencio” de Salas Velatorias con su «¿a quien vamos a rezar; cuando ya no haya a quien?». Siguiendo la letra no se centra tanto en el apartado religioso como sí en el sentido comunitario. La canción describe un fin del mundo en el que los humanos somos responsables por «arrancarnos los ojos mutuamente».
Las figuras del «rezar» y “alabar” son lo llamativo en ese sentido. El uso de la palabra de origen teológico pero adoptado en el vocabulario popular. En el caso argentino tenemos un historial particular con la religión. La idea de separación de iglesia y estado existe desde Sarmiento, la reforma universitaria de 1918, el último Papa y en la constitución se define como una Nación católica. Podríamos decir que, como mínimo, estamos permeados por ciertas figuras. Una vez, después de un recital dos amigos empezaron una competencia por quien se acordaba de más canciones de misa. Ninguno de los dos era practicante pero catequesis fue parte de su formación.
El canto como método es una gran forma de transmisión de mensajes. Las épicas griegas eran cantadas y en el caso de Jesús, se dice, fueron sus disipulos que le pidieron que les enseñe a rezar. De ahí los métodos se refinaron hasta terminar en las canciones de iglesia que Feli Colina con «Gloria» y el Nota en «El Rap» versionaron.
Nota tiene mucha de esta simbología «MSA«, uno de los singles del disco, tiene como portada a Juan,, el Bautista. A esto hay que sumar la canción «Ivan Ilich» y celebró la figura de León Tolstoi. El escritor ruso es, entre muchas otras cosas, un reconocido anarquista cristiano. Entre sus libros se encuentra «La Muerte de Ivan Ilich», por supuesto. «El Reino de Dios está en vosotros» en el que interpreta, de forma política, partes de la biblia.

No es como que sea algo nuevo esta relación entre rock, argentina y religión. “La Biblia” de Vox Dei salió hace ya 55 años y tuvo buena recepción. En el público, siendo el disco más reconocido de la banda, y por parte de las instituciones eclesiásticas. La banda en su momento fue llamada para que muestren lo que habían escrito y así corroborar que no fuera merecedora de censuras. No solo pasó la censura de la iglesia sino que fue destacada por saber traducir «lo que hubiese tomado horas explicar» en pocos versos.
Todas las obras que mencioné son del 2020 hacia acá (excepto el disco de Vox Dei) pero tres de ellas son del 2025 y tienen pocos meses de diferencia. También las obras son, en su mayoría, argentinas y uno podría pensar en una tradición nacional pero ahí están The Last Dinner Party en Inglaterra, Candelabro con su disco «Deseo, Carne y Voluntad». A lo largo del disco aparecen las figuras bíblicas, los males y plegarias para su país. Retoma la tradición chilena con una relectura que bien resume en la canción «Pecado«: «Dios no elige a su pueblo; El pueblo elige a su Dios».
