Ver Nacer el Sol: la sexta edición del festival de Alejandro Roca

Un escenario central con dos armados, otro más bajo el puente para el dj, los fanzines y las bandas de la siesta. El calor hacía imposible usar el escenario principal. Entre el puente de acceso a Alejandro Roca y  el Rio IV está el escenario Walter Salinas invitando a Ver Nacer el Sol.

Texto por Santiago Mansilla
Fotografías por
Matías Egea, Fiamma Fiorello y Fran Basement

Un ambiente de camping antes que de festival, por lo menos como podemos estar acostumbrados. Primero se llega para armar la carpa. Conocer a los vecinos (que puede que sea la banda que vas a ver en el escenario), elegir un punto del mapa y empezar la jornada entre amigos, conocidos, amigos de amigos  y desconocidos que se suman a la mesa. Si en algún momento todos quieren irse del lugar en el que estaban, dejar las cosas también es opción porque todos son amigos y nadie es amigo de lo ajeno. 

Así se vivió el primer día de Ver Nacer el Sol

El primer día comienza tarde. Cerca de las 20:00 hs para esperar a quienes todavía salen del trabajo este viernes. Avenida Los Incas -cuya carpa era vecina de la nuestra- abrió el festival con su estilo rock n roll y ska. Temas originales y un cover de “Ya Nadie va a Escuchar tu Remera” de Los Redondos. Zombi Loco y su rockabilly, Korrosivo pasando por muchos estilos de Metal y Rock Jam siendo el primer corte de género del día, el grupo rapero vio caer el sol.

Autos Robados recibieron la madrugada con el rocanrol heredero de bandas como los Ratones Paranoicos. Aeronave llegó desde San Luis para compartir el funk puntano, reclamar la presencia femenina en el escenario. Más que reclamar, recordar. Entre las carpas y el colectivo sonaron algunos temas de Pibes Chorros o Nueva Luna. Kumbia Queers tomó de la mano a ese público y lo sacó a bailar

Cólera presentó su primer Ep y el público que se las conocía a una semana de haber salido. Baltazar, el guitarrista, daba la espalda, de forma consciente o solo para compartir con el baterista. Mostraba al público la “A” mayúscula encerrada en el círculo que representa mucho del espíritu del festival. Si bien esta banda estuvo mucho antes, sonoramente combinaba muy bien con lo que seguiría a la madrugada. Después de la Kumbia, Clamor -ellos dormían a dos carpas de la nuestra- presentando “Para no Olvidarte” . Rancixs Club que ya hace aparecer en sus shows las canciones que serán parte de su próximo disco.

Cult Crypt, Entumecido y Despojados cerraron la noche para quienes querían estar un poco más cerca de ver el sol. Otros desde sus carpas lo sintieron a las 10:00 del sábado

Leer más: Muchas de las bandas presentes en el festival fueron cubiertas por ISOS

Ver Nacer el Sol y sentir su calor en el día dos

El día se prestó para ir al agua, más bien, no dejó otra opción que ir al río. Más de 50 personas en la parte en la que el puente funcionaba como techo porque de otra forma no se podía. La demora de las bandas porque tocar en el escenario principal tampoco era una opción.

Dos columnas más allá, el puente cumplía la misma función: ser el techo de la cantina que se convirtió en escenario. En él, Ruido Triste se presentó con el Hijo de Satán, en el que siguió Primavera Árabe y Amerita. 

Después del calor infernal y la humedad que no aportaba tranquilidad, Natalia Natalia se encontró con el mejor escenario. Cuando fueron anunciados en el Walter Salinas las nubes cubrieron el cielo y una corriente de viento apareció para invitar al público nuevamente. 

Ese fue el momento de muchos para dormir una siesta. Permanecer despiertos en el día uno no se sostenía si no era con una siesta en el día dos. El día dos no permitió dormir porque no es buena idea meterse a las carpas donde la temperatura sube más… excepto por esa carpa que llevaba un ventilador. Bien por ellos, excelente idea. 

Entre las 22:00 y las 5:00 la secuencia de bandas invitaba a almacenar energía. 57000, Piba, Super Quercus, Sur Oculto, Lotus Jem, Wrrn, Mephistofeles y Levantamiento Neblina. Pasando por distintos ritmos, energía que a veces invitaba al coro, otras al pogo y Sur Oculto que es un género aparte. Una banda haciendo cosas que no se terminan de entender si no sos músico pero que funcionan muy bien si estás dispuesto a recibirlo. Un power trío que te lleva por el metal, funk, jazz y lo progresivo. No te llevan de la mano, te sacuden de un lado a otro.

Quienes querían rock lo tuvieron y La Skaravana apareció para dar baile y que descansen los de los pogos. Un cover de La Vela Puerca, recordando “Vuelan palos por el cielo y en el suelo buena gente” para ir a tono con el festival. Carteles de ”Rigi es Muerte”, “Agua para el Pueblo”  y “Nuestra lucha es por la Vida” por las paredes del lugar. 

La sorpresa

En un momento de la noche el presentador dijo: “Se comenta por las carpas que habrá una banda sorpresa, el código es ‘las calaveras de despiertan’”.

Salas Velatorias hizo una aparición sorpresa con una nueva canción y el guitarrista Juan Marchio diciendo “hay como 13 composiciones más”. La banda que se separa y no para de renacer. En su momento, cuando anunciaron la separación de la que dieron marcha atrás, Harvassian había publicado en instagram: “Si Salas no existe, Harvassian tampoco”. La H Se separó a dos días de Ver Nacer el Sol, una banda que se extrañará y que no pudo tener su despedida como merece.

Y así se fue la sexta edición de Ver Nacer el Sol («Verna» para los amigos), año a año sumando detalles que hacen a una experiencia como pocas en cuanto a festivales de música. Crece año a año y el público no solo agradece sino que aporta y espera que cada año sea mejor que el anterior. Ahora queda recordar y esperar al verano del 2026.

Un comentario en «Ver Nacer el Sol: la sexta edición del festival de Alejandro Roca»

Los comentarios están cerrados.