Mariana Baraj: “Muchos artistas se van a ir volcando cada vez más a los ritmos folclóricos”
La percusionista llegó a Córdoba como parte de la gira en la que presenta «Tus Ojos». El décimo disco de su carrera como solista.
En un reciente posteo de IG, haces mención a «más certezas que dudas», referidas a lo que fue el proceso de grabación de un décimo disco en tu vasta trayectoria, diferenciándose de tu disco debut ¿Hay algunas de ellas que podamos conocer, para quizás entender mejor tu estado vital o energético con el que estás hoy encarando la música tras más de 20 años de desarrollo solista?
Estaba pensando el tiempo que pasó, desde que saqué “Lumbre” que fue mi primer disco como solista, hasta ahora que estoy sacando el décimo disco, “Tus Ojos”, que ha sido un proceso súper intenso. Desde el primer momento y realmente dar ese paso de virar hacia el comienzo de una carrera solista siendo que venía participando de diferentes proyectos, trabajando mucho como sesionista, fue algo que me costó bastante porque sentía que siempre trabajar para el proyecto de otro artista, o trabajar como sesionista te mantiene en un lugar que no es tan central como cuando uno ya comienza con un proyecto propio. Entonces uno está más expuesto, tiene otras responsabilidades y creo que eso es lo que a mí más me costó a la hora de comenzar con un primer disco, donde también tenía muchas dudas en relación a qué tipo de repertorio interpretar, de qué manera, qué compositores. Entonces, siento que con el transcurrir del tiempo y el camino recorrido, fui encontrando también ese lugar propio, esa voz propia. Y creo que la posibilidad también de, a partir de mi cuarto disco “Churita”, comenzar a trabajar con composiciones propias también ha sido uno de los desafíos más grandes de toda mi carrera y creo que pude de alguna manera dar ese paso, ese salto y empezar también a profundizar en ese lugar, en esa situación que es súper diferente a cuando uno aborda la música como intérprete.
Cuando uno ya empieza a componer sus músicas, empiezan a pasar otras cosas también. Entonces para mí ha sido ese un momento súper bisagra y súper importante a lo largo de estos diez discos. Y con el transcurrir del camino transitado, también las certezas son más que las dudas, porque uno va encontrando también por dónde ir, qué cosas le gustaría mantener de toda la experiencia y de todo el bagaje que uno va llevando y acumulando de alguna manera; y que cosas no. Creo que para mí esas certezas tienen que ver con entender y con sentir por donde voy, por donde estoy transitando y que es también seguir trabajando en pos de desarrollar más aún mi propia voz. Esta idea de que no haya especulación nunca en todos los trabajos que hago es algo que yo también lo tengo como una de esas certezas y también es como una especie de balance porque el disco 10 ya es un número; y son un montón de discos donde intenté siempre mantener ahí un eje que tiene que ver con la raíz folclórica y siempre fui también abriendo a diferentes encares a fusionar la música con elementos de otros géneros, de otros estilos. Y me parece que el resultado, sobre todo para mí, lo siento como que es un logro personal.
En dicho sentido, trabajar cada vez con músicos más experimentados y talentosos, sumados a un mega productor en excelencia que te acompaño en esta instancia ¿Cuál pensas que serán los siguientes pasos para que tu estímulo a futuro se diferencie, crezca o te saque de tu zona de confort
Sí, es cierto que trabajar con músicos cada vez más experimentados y súper talentosos, como los músicos con los que vengo tocando y la posibilidad de trabajar con Swami Junior, que es un productor increíble que ha trabajado con artistas de primera línea de todo el mundo, es algo súper importante para mí y que me genera también un gran desafío. Trabajar en pos de estar ahí siempre a la altura, creo que me da la posibilidad de seguir creciendo, de tener que estudiar, de tener que salir todo el tiempo de mi zona de confort, y es algo que a mí me gusta. Por eso también me interesa esta idea de trabajar todo el tiempo con gente diferente o con artistas de diferentes géneros. Pensar en el futuro es difícil porque me gusta tratar de estar ahí con la cabeza en el presente, aunque yo que soy muy inquieta pensando por ahí en qué me gustaría seguir trabajando. Que la vida como siempre me vaya sorprendiendo y que nunca me quite esas posibilidades de estar ahí abierta a lo que el universo tenga para mí.
En una época, fuertemente signada por copiar o reproducir géneros latinoamericanos modernos, ligados a la cultura urbana sin la intención de diferenciación y tal vez con una gran esperanza de «pegarla» en la industria; ¿Cómo se encuentra para vos desarrollada la escena argentina que vuelca su interés hacia la «raíz», hacia las zonas regionales de pertenencia y que se traduce en procesos musicales propios, pero siempre con intención de llegada y expansión hacia el resto del mundo?
Creo que sí, este es un momento muy especial donde la música urbana está muy presente y sonando en todas partes. Y creo que dentro de la música urbana, con todos sus subgéneros, hay algunos proyectos que tienen cierta inclinación a trabajar con algunos colores que tienen más que ver con nuestra identidad y con nuestra sonoridad. Entonces, eso es algo que para mí está bueno, que es interesante, aunque me gustaría que haya más proyectos donde uno pueda escuchar algo que tenga que ver con los ritmos folclóricos. Es cierto que hay artistas como Wos o Ysy A que tiene una colaboración con Bajofondo, donde ahí hay más rioplatense, o alguna Bizarrap Session donde también aparece el color del bombo leguero en alguna de sus producciones. Creo que con el transcurrir del tiempo muchos de estos artistas se van a ir volcando cada vez más a nosotros. De hecho, me encanta ver en los sets de los músicos que forman parte de estos grupos o que acompañan a todos estos solistas, cada vez más presencia de un bombo leguero. Después, hay un artista que a mí me gusta mucho llamado Milo J, que es súper joven y me encanta la manera que tiene de escribir, me encantan las letras, me encantan sus melodías, me parecen increíbles. Tiene un tema que se llama “Carencias de Cordura”, que tiene ese color más folclórico, como de ritmos más tradicionales y más ligado a la cueca o una zamba carpera por lo que creo que hay proyectos que rompen el molde de alguna manera.
En relación a lo que es la escena de la música de raíz, también creo que hay un montón de proyectos que están súper sólidos y que tienen esa mirada, con una base de raíz folclórica pero que también están interesados en mixturar y en por ahí sumar otros colores que tal vez no tengan tanto que ver con el folclore. Entonces creo que también está bueno, que sería la situación inversa, donde se parte de una raíz folclórica pero por ahí se utilizan también elementos del pop, del rock o de otros sonidos que tienen más que ver con las sonoridades de estos tiempos. Entonces creo que ambas búsquedas están buenas. Hace ya casi dos años que tengo otro proyecto que está ligado al folclore electrónico-orgánico (Coca y Bica) junto con mi hermano Marcelo Baraj y con Leo Camargo, que es un músico de Bolivia, de Santa Cruz de la Sierra, donde venimos abriendo el juego hacia otros lugares y trabajando con algunos ritmos que son de nuestro folclore y que tal vez no son tan conocidos o no son tradicionales, pero que son súper importantes y a nosotros nos interesa esta idea de tomar esos ritmos, como por ejemplo el pimpín, y mantenerlos vivos transitando otros caminos. Creo que hay un montón de proyectos que están muy buenos y van ahí como sobrevolando otros géneros, otros estilos y para mí son proyectos súper válidos ya que esa combinación que hacen, para mí, es interesante y atractiva.
Entrevista realizada por Federico Rodriguez para ISOS
