Reconocer el suelo cordobés: La Zurda, ya en cines

El 24 de abril se estrenó la nueva producción cordobesa de Rosendo Ruiz: La Zurda, un film que va más allá de la amistad y atraviesa temas como la injusticia social, la corrupción, la marginalidad y también las oportunidades.

Texto: Luana Illuminati

Qué tan mal acostumbradxs estamos a contemplar paisajes que no habitamos, que cuando aparece en pantalla grande un lugar como la terminal de ómnibus en la calle Perón, genuinamente nos sorprendemos. Así es, de forma constante, La Zurda.

Ver -y entender- en una sala de cine calles y lugares emblemáticos de Córdoba (como La Isla), hace que la película la transites de otra manera. Ya desde el minuto cero, Rosendo Ruiz decide cómo será el resto de la casi hora y media que dura: una identificación constante. Que el espectador pueda pensar “ah, sí, por ahí paso todos los días cuando voy a laburar” o “una vez caminé por esa calle” . Incluso “¿dónde quedará eso?”, al principio se siente extrañísimo. 

El sentimiento finalmente se va; la naturalidad con la que transcurre la historia es honesta, no se ve forzada. Unx, como consumidor, abraza ese reconocimiento. Con una cámara que respeta la intimidad de sus personajes y una fotografía que encuentra belleza en la crudeza urbana. Ruiz logra que la historia no solo se cuente, sino que se sienta.

Pero más allá de identificarse con un lugar físico puntual, Ruiz propone lo siguiente: identifíquense con los personajes, con sus historias personales, con la música, con el acento. ¿En qué otro film de índole nacional, con el reconocimiento que está teniendo La Zurda, se ha escuchado seguidamente la palabra “culiao”? ¿O un soundtrack full cuarteto?

Entonces, la asociación toma otro lugar: el del cordobés. Ya no sólo Córdoba y sus paisajes tan bien registrados. Como espectador, unx va naturalizando lo que escucha, y muchas de esas escuchas -por no decir el 90% de las veces- suenan a porteño. Sin ánimo de ofender a ningunx. Acá se puede escuchar una frase y reírse porque, de verdad, se siente propia.

Y de la mano con la apropiación, viene la afinidad. Poder ponerse en el lugar del otrx, realmente mirarlx y sentir cercanía. Uno de los objetivos del director, explicó él mismo en la función del sábado 10 en el Cineclub Municipal, fue ese: acercarse al cordobés más cercano. Que muchas veces no conocemos, no entendemos su realidad y tal vez nunca lo hagamos; pero ya empatizar es un buen comienzo.

El elenco no busca, en ningún momento, el dramatismo sobreexagerado. Cada paso, mirada y palabra que transmiten lxs actores y actrices lo hacen desde un lugar sumamente respetuoso, entendiendo quiénes son y quiénes representan. Las lágrimas, casi llegando al final del film, sintetizan una realidad actual.

En un contexto sociopolítico y económico totalmente atravesado por la indiferencia y el egoísmo, producciones como La Zurda logran replantear dudas que, con el paso del tiempo, se van evaporando: ¿Qué le sucede a la persona que tengo cerca?

El rodaje

Ruiz también comentó la necesidad de este tipo de producciones, y al mismo tiempo, la dificultad de hacerlas. La idea venía preparándose hace años, pero finalmente se concretó al ser uno de los 33 proyectos seleccionados de la 1ra edición de Cash Rebate, el sistema de reintegros a producciones audiovisuales realizadas en la ciudad de Córdoba.

Sin embargo, al momento de grabar tuvieron que reducir las 23 jornadas iniciales a 20, por falta de presupuesto. El 70% de las grabaciones se realizaron de noche, y tuvieron que cambiar de locación en dos oportunidades -sin dar demasiados detalles sobre los por qués-. El lugar de lxs artistas en general, explicó Ruiz, es también visibilizar las diferentes realidades de nuestro país. ¿Cómo se visibiliza lo que, al mismo tiempo, se condensa constantemente? 

Las limitaciones son amplias. Infinitas, en muchas ocasiones. El consumidor, espectador, oyente, quizá no logra descifrar o comprender el gran trabajo que hay detrás de cada producción; o porque nunca se interesó en profundidad, o porque lo desconoce, o porque no lo ha vivido de cerca. Pero el director de La Zurda dejó en claro algo: el trabajo fue sumamente colectivo. Y 100% cordobés.

Los recortes y las políticas de ajuste se sufren en cada ámbito artístico de nuestro país. Queda en unx mismx dar apoyo desde el lugar que le toque: salir a la calle, consumir producciones argentinas, bancar los talentos nacionales que cada vez -afortunadamente- son más. La Zurda es, también, resistencia.

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